Acabo de leer su artículo “¡Dios salve la razón!” que es parte importante de un libro colectivo que tiene ese mismo título, publicado por Ediciones Encuentro, en el que varios autores reflexionan a raíz del famoso discurso pronunciado por Benedicto XVI en Ratisbona, pronto hará diez años, el 12 de septiembre de 2006, y que generó tanta polémica en parte del mundo musulmán. Ser infinitamente perfecto, la principal razón por la que hace algo debe ser una razón infinitamente perfecta. Pero sólo hay una razón infinitamente perfecta para hacer algo, y es hacerlo por Dios. Por ello, sería indigno de Dios, contrario a su infinita perfección, si hiciera alguna cosa por una razón …
Continue reading